La opinión pública ha comenzado a cambiar a una actitud más inquisitiva y más consciente sobre lo que rueda de información personal en la web.
Y es que debido a que el comercio, las comunicaciones, la educación y muchos otros servicios que cambian la vida se están moviendo en línea, los consumidores están simplemente siguiendo la acción y la obtención de la ventaja en el proceso.
La autorregulación es el nombre del juego, los datos de quién comparte información, cómo y cuándo lo hacen recae exclusivamente sobre los hombros de la propia industria de la comercialización.
Grupos de la industria como la Direct Marketing Association (DMA) están poniendo de relieve los límites ya autoimpuestos de la recopilación de datos y al mismo tiempo de despedir a la mayoría de las preocupaciones acerca de conductas incoherentes o antiéticas.
“Somos el cumplimiento de autorregulación para toda la industria del marketing, DMA emite reglas y las hace cumplir a través de la industria”, indicó Rachel Thomas, vicepresidente de asuntos gubernamentales de la Direct Marketing Association (DMA).
Para Thomas hay menos preocupación sobre cómo protegerse en ese sentido ya que se aseguran de que las empresas siempre están haciendo lo correcto en temas de autorregulación, ya que corporaciones tiene fuertes incentivos para hacer lo correcto por sus clientes.
Aún así, DMA recibe cerca de 20.000 quejas cada año por los consumidores.
Mike Volpe, CMO de HubSpot, comparte muchas de esas opiniones y se aproxima a la aspiración de la privacidad en las redes sociales de manera similar.
“Si desea utilizar las redes sociales, pero realmente quiere ser muy privado con una gran cantidad de su información me gustaría animar a la gente a adherirse a Facebook o LinkedIn y usar los controles de privacidad apropiados”, indicó Volpe.
Para el especialista, esto es sólo el eco de la gran tendencia de que los consumidores ahora tienen el control más que nunca y tienen una variedad de herramientas para gestionar su información.
