Movilidad en la empresa: ¿Quién es el responsable?

02 Octubre, 2013

La explosión actual de las opciones de las tabletas, los smartphones, las netbook y las laptops crean una ecuación de hardware complicada. El desarrollo de las aplicaciones multiplataforma o el desarrollo de aplicaciones específicas OS afectan el software, la seguridad y las decisiones de gestión. El deseo de darles tanto a los consumidores como a los empleados acceso a las aplicaciones empresariales back-end significaría causar que todo fracase.

 

“Lo móvil está cambiando todas las reglas, ya sea que se incline para el lado de TI o para la línea de negocios”; señala Bob Egan, CEO de Sepharim Group, una firma de consultoría móvil con sede en Boston.

 

Si bien no hay una respuesta concreta, los administradores y analistas de TI concuerdan en que los riesgos son altos. La movilidad ya no se trata de tácticas, sino de estrategias, y eso requiere un nivel de consideración más alto.

 

 

¿Quién está a cargo?

Antes de adentrarse en lo móvil, necesita darse cuenta quién o qué grupo debería encargarse de esto. Pero, incluso esa decisión, es muy difícil de tomar.

 

Por ejemplo, en cuanto al soporte. La movilidad no es solo un problema de hardware, por lo que no necesariamente tiene sentido dejársela al team de soporte de escritorio.  “En el mundo de las tabletas, TI no puede empujar [solo] el iOS de Apple”, señala Rege. “No es técnicamente posible”.

 

Y no tiene sentido poner al equipo de email a cargo de la movilidad, porque los dispositivos móviles son más usados para muchos más que el correo electrónico en estos días -tiene que tomar en cuenta la seguridad, administración y más.

 

Luego está el viejo cisma entre el marketing y TI. Como Egan señala, “la responsabilidad principal del marketing es conducir y dirigir la personalidad de la marca a través de todos los canales, medios y geografías. La responsabilidad de TI es proteger la marca, no extenderla. Su meta es proteger los beneficios, no generar ingresos”.

 

En lo que respecta a movilidad, las aplicaciones de cara al cliente son generalmente gestionadas por los equipos de ventas y marketing, y las aplicaciones de cara al empleado son generalmente gestionadas por TI.

 

La gente de ventas y marketing quiere aplicaciones que funcionen rápido para que la compañía se pueda mantener al mismo nivel y al día con las actividades que realiza la competencia; cuando piensan en los horarios de implementación, piensan en términos de semanas.

 

Los del equipo TI, por otro lado, quieren garantizar la coherencia a través de los métodos de acceso hasta la base de código, por lo que piensan en los horarios de implementación en términos de meses. Por otra parte, marketing puede tener el presupuesto para realizar aplicaciones móviles y TI no.

 

Pero esos dos grupos necesitan colaborar para garantizar que las aplicaciones funcionan de manera consistente dentro de la interfase de usuario, y en cómo acceden a las aplicaciones back-end.

 

El reto está en racionalizar las demandas conflictivas de calendario, presupuesto y enfoque. “Las organizaciones y empresas que lo están haciendo bien, están logrando que tanto el departamento de marketing como el de TI se den cuenta de que ambos comparten una responsabilidad sobre las necesidades de los empleados y consumidores”, señala Egan.

 

 

Evitar el infierno del help desk

Incluso, si las líneas de negocio específicas tienen sus propios esfuerzos de desarrollo, deben tener un enlace con TI por una variedad de razones. Entre otras cosas, porque tiene sentido coordinar los esfuerzos de varios departamentos en el front-end  y cuando se trata de apoyo técnico.

 

La alternativa es el infierno de help desk. “Cuando alguien tiene un problema con alguna aplicación móvil, llaman al help desk o mesa de ayuda”, comenta Rege. “Si tiene 17 grupos diferentes construyendo aplicaciones, eso significará una crisis existencial para todos los equipos”.

 

Rege cita varios ejemplos muy simples. Uno se relaciona con las API de seguridad integradas en el iOS de Apple, el cual proporciona un cifrado automático. “Si la línea de negocios contrata a desarrolladores externos, podrían no usar esas API”, señala. “El mismo problema se aplica a la distribución de aplicaciones. Si alguien en la línea de negocios construye una aplicación ¿cómo va a hacérsela llegar a los empleados? A través de la app store de la compañía -pero TI tiene que proporcionar la certificación para descargar correctamente las aplicaciones”.

 

Tres métodos para controlar el caos

Los expertos coinciden en que las empresas necesitan poner en marcha un modelo móvil que encapsule las mejores prácticas y capacidades consistentes -pero nadie está de acuerdo sobre exactamente como llegar ahí.

 

Le preguntamos a tres compañías cómo manejan la gestión de movilidad y encontramos que cada una tiene un método diferente. Aquí hay un resumen de cada uno:

 

1.     Crear un equipo que se dedique a establecer las bases para un esfuerzo de movilidad entre los distintos departamentos.

 

2.     Poner el esfuerzo bajo la tutela de un gerente de movilidad dedicado y que le reporte todo al CIO.

 

3.     Crear un centro de excelencia enfocado en movilidad para mantener la consistencia necesaria desde las interfacss del extremo delantero hasta la arquitectura del extremo final.