Una imagen que quede bien a la primera

01 Octubre, 2013

La razón del título de la colaboración de este mes cubre dos líneas de pensamiento, el primero tiene que ver con decisiones equivocadas en los criterios de selección del display y la segunda sobre asegurar obtener el máximo de calidad que el display puede entregar.

 

Sea en una tienda de departamentos o el vendedor de algún integrador de sistemas AV y hasta  el propio usuario final, con frecuencia cometemos el error de no ir al fondo al identificar la necesidad, empezaré por decir que el usuario final en muchas ocasiones comete el primer error, “disparar” una especificación técnica sin saber verdaderamente lo que significa y esto detona una reacción de igual o mayor magnitud de otras especificaciones que normalmente la contraparte tampoco entienden a fondo, pero que como suenan muy rimbombantes y apantalladoras “seguro hacen que el cliente se enamore y compre conmigo”.

 

El precio que la electrónica de consumo ha alcanzado y la calidad a la que ha ido acostumbrando al usuario son interesantes para él, lo único que falta es identificar realmente la necesidad, por ejemplo, ¿ya tiene otras TVs planas, dónde están instaladas y cuáles son sus fuentes de señal?  ¿Son videojuegos la fuente de señal principal?, en caso afirmativo debemos buscar la mejor relación de contraste posible e incluso proponer una calibración de alto desempeño, esto nos permitirá también proponer mejoras en los sistemas de audio o Sound Bars para mejorar la experiencia.

 

 

Pero ¿en qué momento vimos o analizamos con el usuario el tamaño de imagen?  Cuando en realidad este es el aspecto determinante para la experiencia, hoy no hay excusa para no comprar una TV del tamaño de la propia pared en que será colgada, lo malo es que rara vez consideramos la relación tamaño de imagen/distancia de observación que son determinantes. Menciono esto porque bien a la primera tiene que ver no sólo con la calidad de imagen, también de la experiencia, es como ir al cine y sentarse en la primera o en la última butaca, normalmente no es lo mas cómodo… si tomamos en cuenta el tamaño de la imagen.  CEDIA establece que la mejor experiencia se obtiene cuando la relación tamaño de imagen/distancia de observación es igual a 3 veces la diagonal de la imagen.

La segunda línea de pensamiento de nuestro tema de hoy es sobre la importancia de lograr que desde el primer momento el equipo instalado pueda generar el máximo de calidad. Ya en el pasado hemos mencionado que la calidad es un término relativo y que si no está asociado a una referencia no podemos evaluar con facilidad si la imagen esta a  todo dar o simplemente “cumple”.

 

 

Es curioso, cuando me refiero a este tema normalmente la gente piensa en la calibración y a lo que me refiero es a la manera en que está instalado, a emplear la conexión con capacidad de manejo del mayor nivel de información posible, preferir señales análogas a digitales, a cables de un buen nivel de calidad en vez de usar los que traen los equipos si el sistema aun cuenta con fuentes análogas (que es todavía bastante frecuente) a configurarlas de la mejor manera posible, hay veces que es mejor una conexión por componentes a un HDMI con ruido en la imagen.

Esta parte es pasada por alto la mayoría de las veces y el resultado es una imagen con diferentes niveles de calidad dependiendo de la fuente de señal y/o resolución y la razón es que el escalador de display o procesador del receptor AV a veces no tiene la misma calidad de proceso en todas las entradas: pueden hacer un buen trabajo en señal de video componentes y sólo regular en HDMI.

Lograr una imagen bien a la primera no es un tema fácil. Es imprescindible escoger el tamaño adecuado del display hasta la calibración, pero es crítico dedicar el tiempo necesario a entender la aplicación, ubicación del display y cómo interactúa con el sitio donde se instale. Fuentes de señal, métodos de conexión, la calibración, son factores a tener en cuenta e idealmente considerar la manera de controlar la luz ambiente y evitar que incida directamente sobre la superficie de imagen.

Para los aficionados hasta aquí puede ser suficiente, pero para los profesionales, quienes lo mismo venden que instalan y por supuesto los que calibran es obligatorio ir un paso mas allá (es más, muchos aficionados serios ya lo hacen). Estudiar la carta de cromaticidad CIE para entender cómo se forma el blanco y la interacción de los colores primarios para lograrlo y por supuesto los colores secundarios, cuando se logra esto el video y la pasión por la calidad de una imagen se meten en las tripas y uno no se conforma con poco, claro que se pude ver una película  o concierto en cualquier display, pero si alguien se preocupó por lograr una imagen bien a la primera, la experiencia será diferente desde el primer momento.

La imagen no sólo es lo que muestra el display es el entorno de la imagen y el confort con que se disfruta o no, nuestra referencia es la experiencia cinematográfica donde el control de iluminación, sillones especiales, sonido y todos los elementos están pensados para desconectarnos del mundo y sumergirnos en películas.

Se dice que Einstein tenía una frase sencilla y profunda, “si no puedes explicarlo es porque no lo entiendes lo suficientemente bien”. ¿Tú puedes explicarle a tus compañeros o a tus clientes que hacer para lograr una imagen de video bien a la primera?

 

La música de hoy es impactante, un ensamble del trombonista sueco de Nils Landgre, el legendario trompetista polaco Tomasz Stanko y el órgano interpretado por Anders Elajas  (alemán) y Claus Bantzer (sueco), es una combinación de grandiosidad generada por un órgano monumental y el acompañamiento a veces de un trombón con gran potencia y a veces con una delicadeza absoluta en la trompeta, no es un disco para todo mundo, ni es para ponerlo mientras se platica, es para dar a la música todo el respeto que merece, oír y emocionarse, este disco es el alimento espiritual que nutre el corazón, es para acompañarlo con un buen whisky como un Glenkinchie que acentúa la emoción musical, vaya combinación.